Este increible y fascinante relato real es un viaje al imperio empresarial y delictivo de la Camorra, que comienza y termina bajo el signo de las mercancías, de su ciclo de vida. Las mercancias frescas, bajo las formas más variadas (videojuegos, relojes, ropa de marca), llegan al puerto de Napoles, y para ser almacenadas y escondidas se sacan de los jigantescos contenedores e invaden antiguos palacetes, previamente vaciados por completo. Las mercancias muertas, procedentes de toda Italia y de media Europa, en forma de residuos químicos, restos tóxicos o fango, son vertidas abusivamente en los campos, donde envenenan, entre otros, a los mismos capos que erigen en esas tierras sus fastuosas y absurdas mansiones.
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